sábado, 18 de diciembre de 2010

Todo se transforma

Soy un ecléctico incorregible. Andaba a la búsqueda de un motivo para esta canción que me viene brotando desde hace un tiempo.
Los porqués están presentes aún en las cosas que empiezan a estar ausentes.
Voy dejando cosas atrás y no tengo más remedio.
Voy encontrando cosas adelante y tampoco hay remedio para eso.
Nada necesita remedio: está todo bien, las cosas vienen y van. La gente, los afectos, los amigos, esos parientes adoptados. Los parientes, esos amigos abandonados.
Todo lo llevo adentro, entonces cada día me doy cuenta que me tengo que prestar más atención, realmente soy valioso. No por mí, sino por lo que cargo. Todo eso me lo dieron y debo cuidarlo, debo administrarlo, debe devolverlo.
En estas elucubraciones me encontró el final de esta aurora austral cuando quise darle forma humana a la canción de la que te hablo. Advertí que no tenía compañeros de ruta para ella. Entonces, cual Indiana Jones, partí en su busca.
Tomé todo el equipaje necesario para un largo periplo de una aventura quizás imposible, pero vital para mí: la botella de Garnacha.
Antes de partir, pasé a saludar a Abdulaye, quien había estado quejándose de soledad.
Lo encontré tañendo su tambor con un dejo nostálgico e hipnótico y por primera vez vi sus encías: ¡sonreía!
El ruido del corcho lo sacó de su abstracción y recién me vio.
“-Ê KARELÊ ODÉ KARELÊ”
Era lo único que había dicho desde que lo conocí.
Señaló el rincón y allí la vi, menuda, oscura y temerosa.
No voy a pormenorizar más que lo elemental: Ella era Oxumaré, había nacido en Bahía y sabía de misterios cósmicos, caboclos y costumbres de los dioses en otros cielos. Sabía de los rezos, danzas y cantos que agradan a los espíritus acuáticos Gojanej y a los Panderej, subterráneos o celestiales, esos que nosotros, los adoradores de la televisión ignoramos.
Ella era tan de la tierra como la tierra misma. Nunca sabré como se conocieron, no me importa. Estaba allí y me convidó su canto que incorporé inmediatamente a esta canción.
Seguí mi viaje.
En las estribaciones de Villa Banana tengo unos amigos que nunca paran de tocar. Son como una calesita de eterno movimiento: sólo tenés que llegar, esperar un rato y te subís.
El viaje dura lo que vos quieras, pero no es para cualquiera: tenés que desnudar el alma, dejar el resto en la puerta.

Hoy alguien se fue. Pero seguramente encontrará esta canción por donde ande.
Te invito a escucharla:


domingo, 12 de diciembre de 2010

Regalos 2

Soy afortunado, no caben dudas. En un brevísimo lapso de tiempo recibí un par de regalos que quiero compartir.
La vida brinda posibilidades que uno no valora hasta que lo mira a través del tiempo. La música ha sido para mí, desde que era chico, una herramienta que me permitió muchísimas cosas. Aunque no lo creas, Mendelssohn me servía de escape. Este muchacho, era el autor de un libro de estudios que me era particularmente grato y escapista. Clementi (recuerdo el Gradus at Parnassum o algo así), Albéniz, Brahms, Schubert, Schumann y otros que se escapaban conmigo hasta entrada la adolescencia.
Luego vino el folclore y después el rocanrrol.
Allí fueron mis amigos quienes compartieron momentos de gloria y espanto conmigo.
El tiempo nos ha ido modelando y deformando a piacere. Me gusta encontrar estos caminos que vuelven a cruzarse y cuando me ven, lo hacen con regalos.
El primero en llegar fue a través de un encuentro en el túnel del tiempo, con mi alejado amigo José Locascio. Con este individuo solíamos tocar sus canciones intimistas y algodonosas, algo así como con alma de blues, en bares y pubs donde la condición era que no entraran más de 3 personas. Eso sí el clima era siempre grato y blando, como si no hubiera vida ni problemas fuera de allí. Como si los compromisos no existieran.
El tiempo nos llevó por distintos caminos y no nos hemos visto en varios lustros. Pero por esas cosas de las redes, hemos establecido un encuentro virtual que espero llevarlo al plano real. En el ínterin me hizo llegar un trabajo suyo que me lo pintó tal y como lo recordaba a través de sus temas.
Ese trabajo, Viernes Fatal, es el que comparto con vos, siempre regalón, para que lo conozcas y lo disfrutes.

En cuestión de minutos, me llegó el segundo regalo. Esta vez de mi gran amigo Mario Beto Corradini, desde la madre Italia. Ya he compartido cosas de él contigo (ver ).
Esta vez su regalo no queda atrás en valor artístico como documental. No te lo pierdas. Tiene un bonus que te dejará asombrado por el nivel del personaje invitado.
Cuestión totalmente aparte es el contenido del mensaje.
Este es el regalo que nos ha hecho Beto:

Vuelvo a agradecer a la vida la posibilidad de reencontrar estos valores y saber que sus inquietudes van por caminos que indudablemente tienen sus piedras, pero estos tipos ( y los otros que no nombro pero los pienso) tienen los pies acostumbrados a este terreno.
Y si no lo dicen y sufren, lo hacen con arte.
Gracias muchachos. Nos seguimos viendo en cada esquina.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Asombrosas revelaciones locales de Wikileaks

El Cablegate nos ha dejado asombrados con algunos de los trascendidos hasta hoy ocultos al público en general.
En un trabajo excepcional del equipo que construye, aporta y sostiene este Blog, a riesgo de sus propias vidas y bienes personales, aún poniendo en peligro a sus seres queridos, mis fuentes han rescatado para todos nosotros, invalorable información que solamente podrá ser difundida, analizada y criticada en este sitio.
Pero basta de peroratas, cabildeos y elucubraciones: vayamos a los bifes.
Robo en la casa de la Cenadora.
En ausencia de su moradora, días pasados fue perpetrado un importante robo a la casa de la famosa conductora del programa televisivo “Cenando con Martha Lepetit”.
En principio, el robo causó asombro por la rapidez, eficiencia y “profesionalismo” con que fue realizado. Los ladrones tomaron por sorpresa al portero del edificio y con las llaves del lugar, abrieron exclusivamente el piso de la cenadora, se dirigieron a la caja fuerte como si conocieran el lugar.
Luego de tomar dinero, joyas y elementos valiosos, también tomaron algunos enseres íntimos de la diva, un gesto a suerte de mensaje. En su retirada, no olvidaron llevarse las grabaciones del sistema de vigilancia.
Volviendo al programa de nuestra diva: No se pueden olvidar situaciones como la de la cena a la que concurriría Sergio Facturas, a la sazón funcionario del gobierno y que minutos antes de salir al aire, recibió un llamado haciéndolo desistir de presentarse. “-La cenadora es “opositora”, no lo olvides.” Se fue.
Las críticas al gobierno han continuado en ese programa televisivo, por lo que nuestros investigadores dirigieron sus miradas hacia los posibles ejecutores del peculiar robo: “Los servicios”.
Quiénes sino tendrían la información adecuada, el conocimiento de la oportunidad, la capacidad y las herramientas para realizar esta tarea.
¿Vos creés que no saben tu contraseña de feisbuc? ¿Creés que no saben tu pass de la Banelco? ¿No saben qué números saldrán en el quini?
Allí fue que encontraron cables que han dado luz sobre quienes tienen la suficiente información y capacidad como para realizar un trabajo como éste y cuáles son las advertencias para toda la oposición crítica.
La farándula.
Espías
Para contrarrestar las influencias de personajes como Martha Lepetit, el entorno del gobierno auspicia y apadrina a otros faranduleros y los convoca a sus actos y exposiciones públicas.
Andrea Guevara o Nacha del River son convocadas oportunamente para defender el modelo, cuando arrecian las críticas televisivas.
También se crean situaciones como la de Fedelupi Rico, quién precisamente en la semana del robo, anduvo haciendo declaraciones de indudable gusto acerca de Martha y de otras figuras críticas al gobierno, siempre dentro del espectáculo.
Nuestras investigaciones no dejan dudas acerca de que lo que se pretende es confrontar. No importa dónde ni cómo. No importa el precio. Importa el objetivo.
Espías criollos
Es ampliamente conocido el accionar violento y petardista del funcionario de la Federación de Barro, Casitas y Medio Hábito, Duis L’Edía.
Lo que no sabe el público y nuestros investigadores han develado, es que el hombre, a riesgo de su integridad, es en realidad un espía enviado por “nuestro” Servicio Secreto para infiltrarse en Irán, Venezuela y Cuba, donde ha conseguido llevar y traer indudables muestras de afecto.
Esta información tiene una doble sorpresa, por un lado dejamos al descubierto a un espía pero por otra parte sería la primera vez que nuestros Servicios Secretos espían hacia fuera.
¿Cómo lograron nuestras fuentes tener esta información?
Ya que contamos tantas infidencias, te diré como llegó toda esta información a mi conocimiento.
Una cualidad de la mayoría de los músicos es ser poco constantes en nuestras relaciones musicales (¿y de las otras?)
Vivimos mutando de compañeros y necesitamos exteriorizar ese caudaloso torrente que anda por nuestro interior pugnando por salir. Necesitamos encontrar la forma de expresarlo de una manera determinada. Para ello nos vamos relacionando con otros músicos que nos aportan su grado de comprensión, de interpretación de la realidad, de su locura y de su visión para entonces sorprender al público con “esa” nota que les vuele la cabeza.
Andaba yo a la sazón a la búsqueda de un tamborista. Recorrí innumerables lugares, sórdidos ambientes, lupanares oscuros, macabros subsuelos.
Escuché tambores en las plazas, en los parques, en asentamientos irregulares y de los otros, los espacios innombrables.
Necesitaba llegar al golpe que nace en el estómago vacío, pasa por las venas abiertas y sin salir sigue hasta las encías, ahogando gritos, enmudeciendo llantos e imaginando comida. Finalmente se transforma en energía que brota de un puño, lo transforma en una palma y golpea el cuero.
¿Encontraría eso?
Desolado llegué una oscura noche de abril hasta un puerto cerca de Terminal 6. El Garnacha no me hacía efecto. Hace tiempo ya que mis lagrimales son impotentes aunque los riegue con los licores más nefastos o con los venenos más amargos.
Creo que ya nada me hará llorar, aunque al ver algunas actitudes irremediablemente oscuras de personajes luminosos algo me cosquillea en un ojo.
Así andaba, decía, cuando una goleta silenciosa atracó en el muelle. Venía de Africa. Se llamaba Sargasos.
Oscuros y silenciosos marinos descendieron luego de que el ancla tocara el fondo y las amarras apaciguaran el movimiento que aún traía del mar. Apenas si los advertí mientras levantaba la botella hacia los labios.
Horas más tarde y ya apuntando el alba, en medio de la neblina, interna y externa, alcancé a percibir un rumor que venía del timón.
Dos brazos temblorosos tiraron un fardo sobre el muelle, mientras un cuerpo oscuro emergía del marítimo trasero.
“-Ê KARELÊ ODÉ KARELÊ” me dijo.
- Mejor tomate un sorbo de esto, respondí.
- Es Garnacha Peluda, original. No la cambio por la Tintorera por nada del mundo.
Así conocí a ABDOULAYE.
Abdoulaye Fantamady Toumani Sindiki Condé me brindó su ancestral capacidad de transmitir mensajes del alma a través del tambor. Pero también puede transmitir mensajes del más acá y comunicar cosas como las que he contado más arriba y todo a través de su parche de cuero, una suerte de Darbuka que es parte de él.
El resto fue relativamente más sencillo. Sé que los días que Maxi atiende el bar, suele dar cobijo a los restos de la Pichincha Jazz Ensamble en los sótanos del lugar.
Allí los encontré, sacando notas y contando información intrascendente para ellos, pero valiosa para los seres humanos, el resto del mundo.
Ellos desprecian la banalidad, el egoísmo y la superficialidad de los mortales. Estos desconocen el placer que la música lleva intercalada en mágicos códices que no pueden ser entendidos por los consumidores de ruido. Se captan con el alma.
Compuse ETHNO JAZZ, o Sargasos, como le decimos en los ensayos con la Pichincha Jazz Ensamble (reniegan dar sus nombres terrenales, ellos son uno solo, dicen) y la invalorable ayuda de Abdoulaye, quien especialmente para vos, transmite con su tambor en este tema, un mensaje codificado que devela la ubicación del tesoro oculto por Sobremonte en su huída a Córdoba.
Para escuchar el tema, y llegar al tesoro, hacé click acá:
http://www.hispasonic.com/musica/ethno-jazz/43260
Como siempre, valorizaré cualquier comentario que me hagas llegar a través del cuadrito en la parte inferior de esta nota.
Si no lo hacés te quiero lo mismo.