Ninguna tan recurrente.
Periódicamente nos suceden, en ciclos ligeramente diferentes, acontecimientos que invariablemente afectan nuestro futuro. Y no son catátrofes naturales, son hechos que de una u otra manera están motivados por nosotros mismos. ¿Acaso no hablamos de que cada cinco años sufriremos una debacle económica?¿No lo tratamos como algo natural, como la sucesión de las estaciones?
A esta altura de los acontecimientos estoy convencido que somos nosotros mismos el motivo. Queremos lo que nos pasa, nos gusta vivir peligrosamente. Pensamos que el porvenir traerá algo que no sabemos que será, aunque si quisiéramos lo podríamos preveer.
Y no queremos previsiones.
Sabemos positivamente que ante un cambio de conducciones, invariablemente lo hecho antes estaba mal. No solamente no había nada positivo en lo realizado, sino que tiene la culpa de lo que nos pasa ahora. Tenemos que arar la tierra toda, eliminando las raíces y volver a sembrar de nuevo pero al revés. Nunca una sola dirección. Somos una veleta justo en el centro del ciclón, apuntando a todos lados sin una orientación constante.
¿Y ahora?¿Qué viene ahora?¿Qué haré el próximo año?¿Quién dictará los nuevos principios en que debo fundar mis espectativas?¿Invierto, me quedo quieto, vendo, permanezco, me voy, me caso, tengo hijos, me jubilo?¿Qué..?
En estas disquisiones me encontró la primavera. Y quiero pensar que esta primavera será como las otras tantas que llevo vividas. La tierra sigue andando para el mismo lado, así que es posible que la experiencia se repita. ¡Pero si hasta el Discovery Channel me anuncia cómo será la tierra sin humanos! ¿Al futuro debo pensarlo caótico? El futuro ya llegó nos dicen Los Redondos.
Prefiero pensar la primavera con el cielo despejado y la perspectiva del río y el sol de mi ciudad, los paseos y las siestas calurosas del verano que llegará después.
Y convoqué a la "Pichincha Jazz Ensamble" para que me ayude con los vientos. ¡Y se pasaron! ¡Soplaron todo, al punto de volar la ropa tendida! Y metí algunas teclas y una guitarra. Me encantó el trabajo que hicieron el baterista y el bajo. Se llevan bien, demasiado bien. Se miran y ya saben lo que hará su compañero. ¡Como si fueran uno solo!Cualquiera que sea el sentimiento que te provoque, me pondré muy contento si hacés click en el cuadrito de abajo donde dice "Comentarios" y me escribís. Aunque sea para decir: "es asqueroso".
Escuchalo acá: http://www.hispasonic.com/musica/printemps/41548
Te quiero, por eso te escribo.
Chau
juanchi geniales las canciones y geniales los prologos!! gracias por regalarnos toda tu sapiencia gratarola. maxi loco sambe
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