domingo, 22 de abril de 2012

Mis enemigos


Veo las noticias y no paro de asombrarme de seguir descubriendo que tengo enemigos. Además descubro que yo soy enemigo de nuevos enemigos. O quizás ya lo eran antes y yo no lo sabía.
A medida que los odios crecen dentro de mí, quiero al menos en un ejercicio de ordenación, empezar a catalogar a los enemigos.

Veremos:
Clarín y La Nación.
La prensa oral y escrita relacionada a Magnetto

Magnetto mismo

Los Graiver

El fútbol televisado antes de “Fútbol para todos”

Papel Prensa

Cablevisión, Fibertel

El campo

La oligarquía sojera.

Los que creen que la campaña de Cristina se financió con dinero proveniente de un gobierno extranjero.

Los que se opusieron a lo de las afjp y apoyaron el 82% movil

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Macri

Los habitantes de Malvinas

Los ingleses

Los mercados “libres”

La minería a cielo abierto

Los diputados opositores

Estos diputados opositores: Silvana Giudici, Felipe Solá, Elisa Carrió, Federico Pinedo, Oscar Aguad, Fernando Iglesias, Gerardo Morales, Patricia Bullrich, Adrián Pérez.

Julio Cobos

Los que no entienden los discursos presidenciales.

Los que no le creen al INDEC

Y siguen apareciendo enemigos…

Últimamente me causó estupor descubrir que los españoles son también enemigos míos. Mirá que se bancaban los chistes de gallegos y apenas si los devolvían con referencias a los argentos. Con connotaciones más adecuadas para los porteños que para los del interior, pero bueno… ahora están en contra mío.
Seguramente hay más enemigos que ahora no recuerdo, pero que están, están. Y trato de saber cuando aparecieron y donde estaban antes de que los descubriera.

Entonces veo más claramente como se forma un 54%:
Busquemos enemigos, llenemos de enemigos a todo el mundo y tendremos un montón de amigos.
Hagámoslo además de una manera lo más ofensiva y pendenciera posible, así se logra más efecto (en la gilada).
La gran mayoría que piensa: Si todos estos enemigos de la lista anterior están contra Cristina, entonces yo,( que también estoy contra ellos o algunos de ellos o no me resultan simpáticos o representan mis odios y frustraciones) soy Kirchnerista. Esto es carácter transitivo.

También están los que dependen del gobierno por pertenecer a organismos oficiales, ministerios, ONG (según Wikipedia en Argentina hay actualmente alrededor de 14.845 ONG reconocidas según CENOC) y actividades cuyos ingresos dependen del estado.

Los empleados públicos.

Están por supuesto los beneficiarios de tantos planes sociales populares.

Todos aquellos a los que un cambio de gobierno les elimina los ingresos o las prebendas.

Y también están los convencidos, porque no.

Mirá, es innegable que explotar las diferencias en lugar de fomentar las coincidencias da mejores resultados. Al menos más inmediatos. Sobre todo en nuestro pueblo, acostumbrado desde hace tiempo a Unitarios y Federales, Azules o Colorados,  Braden o Perón, libros o alpargatas, peronistas o antiperonistas.
Los que plantearon estas antinomias sabían largamente que los latinos y fundamentalmente  los argentinos, somos proclives a atender más las diferencias que las simpatías. Y no caben dudas de que las explotaron obteniendo ingentes resultados.

Combatiendo al capital.
Y siguen aplicando las viejas recetas. Y caemos en sus trampas.

Hace pocos días, envié a mis ex compañeros del 3er Jueves , grupo de ex alumnos del Superior de Comercio, estas líneas, en una invitación a reunirnos y expresar libremente nuestras algarabías:
“¿Y la seguridad? ¿Podremos portarnos mal y no tener represión? ¡Claro, nada más fácil!
Mirá, ya se cambió el código civil agiornándolo a los tiempos que corren: Modifiquemos el Código Penal poniéndolo al día.
La premisa es esta: El viejo Código Penal, de alguna manera considera que el acusado de algún delito, más todavía si es inocente, tratará de defender fundamentalmente su honor.
Hoy en día la honorabilidad no se usa. En cambio si logramos que todo se complique y entre en la burocracia tribunalicia, lo tendremos resuelto: de acá a la próxima reunión del 3er Jueves podemos armar un escándalo mayor y del anterior nadie se acordará. Fijate que los delincuentes y los políticos ya lo aplican. Siguen sueltos y en permanente actividad así que debe funcionar, sin dudas.”

Acordate que lo aviso: en cualquier momento se modifica el Código Penal.

Siguen apareciendoe enemigos:
Jorge Lanata
Boldt SA
Los artículos importados
Los supermercadistas que aumentan el precio de la yerba.
Los que no creen que se puede comprar acciones de empresas de primera línea sin pagar un peso (como hizo Eskenazi en YPF).
Los que no le creen a Boudou.
¿Cómo pueden existir estos lugares si no son parte de un programa oficial?:

Me resultó particularmente interesante saber que Guillermo Moreno tiene amigos. Y estos destilan odio.
¿Alguno se imagina a alguien con intenciones de producir, de crear, de utilizar la industria o el comercio libremente y con sentido de crecimiento, armar un grupo de “amigos” de un funcionario?¿No sería más sensato pensar en que quizás motivara adhesiones o coincidencias de objetivos? Pero: ¿Amigos?  Esto es menoscabar la inteligencia del pueblo.

¿Y esto?:
¿Qué diferencia a estos pibes con las Milicias Bolivarianas?
¿Y la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional, o Camisas Negras de Mussolini?
Schutzstaffel (SS) , Sturmabteilung(SA)o Camisas Pardas.

Pero hay enemigos que no son reconocidos por el oficialismo:
Los precios que no paran de subir.
Los piquetes
La inseguridad

Parece que el Estado pretende invertir la carga y que yo como ciudadano me ocupe de estos pequeños detalles.
Pero no importa: tengo más feriados para disfrutar.

Me he cansado de negar que en absoluto comulgo con los discursos de Clarín o La Nación. Es en vano explicarle a los fundamentalistas que no pertenezco a uno de los dos lados en los que pretenden colocarme en su estrecha visión (mejor sería decir di-visión). No me inventen más enemigos, no quiero más discusiones, tengo en claro cuáles son las acechanzas de las que debo cuidarme. No voy a caer por titulares reiterados o por filósofos clarificadores de tv.

Trato de leer todo lo que puedo, analizar, tamizar, barruntar y sacar mis propias conclusiones.

Entonces: ¿Tan malo es lo que nos gobierna que estos medios parecen ser los que nos dan la letra? ¿Estos mismos medios que acompañaron buena parte del Proceso y tantas otras cruces que como pueblo hemos soportado?

Fundamentalmente me inspiran mis vivencias personales.

Todo me orienta en un sentido, de manera que cada vez son menores mis dudas acerca de lo que pretende el gobierno de mí como ciudadano de este país.
Entonces escucho el discurso presidencial diciéndome: “¡Vamos por todo!”  y no tengo dudas de que yo debo leer:

“¡Vienen por todo!”

---------------------------------------------------------------------
Como en una ocasión anterior (podés ver: ¡TERMINÓ LA VIOLENCIA! ) no voy a convidar con una canción, ya que mi música la inspiro (o trato de hacerlo) en cosas que me resultan agradables. Y lo que describo en esta nota no es precisamente agradable para mí.