sábado, 2 de agosto de 2014

Buenos muchachos (una historia invertida)

Normalmente, quien te cuenta una historia, toma los elementos que la compondrán, los ordena
de acuerdo al objetivo de su narración, destaca los detalles que quiere que influyan en el
concepto, le apunta a un objetivo y tratará de influenciar en la idea que quiere destacar.
Voy a intentar una variante: volcaré relatos breves y situaciones que me llevaron a
invertir esta historia.
En abril de 2011 estuve en Patti, una ciudad siciliana de 13000 habitantes. Podés ver
algunas de mis fotos:
https://plus.google.com/photos/110881289004258784107/albums/6042800555477396625?banner=pwa
Típicamente pueblerina, el visitante no encuentra en el paseo nada especial que la destaque
de tantas otras ciudades y pueblos de la isla.
Hurgando en su historia encuentro que allí nació Michele Sindona.
Michele Sindona fue un banquero italiano y ex convicto. Sindona fue miembro de la
Sindona
Propaganda Due, una logia secreta de la francmasonería italiana con claras conexiones con la mafia siciliana.
Nacido en Patti, Sicilia, de padres pobres, Sindona fue educado por la Compañía de Jesús, mostrando a muy temprana edad una aptitud inusual para las matemáticas y la economía. Se graduó con una licenciatura en Derecho en la Universidad de Mesina en 1942. Luego, se trasladó de Sicilia al norte, donde trabajó como abogado, pero inmediatamente abandonó la abogacía y comenzó a trabajar en operaciones de contrabando con la mafia. Pronto se trasladó a Milán y su habilidad y destreza en la transferencia de dinero para evitar impuestos fue rápidamente conocida por jefes de la mafia. En 1957, se volvió estrechamente asociado con la familia criminal Gambino y fue elegido para administrar sus ganancias de la venta de heroína. (http://es.wikipedia.org/wiki/Michele_Sindona)
En su juventud fue amigo de Giovanni Battista Montini, el futuro papa Pablo VI,
Sindona terminó su vida en una cárcel de Voghera, Italia, envenenado con cianuro.
Su vida tiene muchas vinculaciones con otros notables personajes como Roberto Calvi, Paul
Marcinkus o Licio Gelli.
Propaganda Dos (en italiano: Propaganda Due), mejor conocida por la sigla P2, fue una logia masónica italiana, que operó en ese país desde 1877 hasta 1981, integrada como una organización masónica del Gran Oriente.
En 1982 le encontraron a Licio Gelli una lista de miembros de la P2.
Contiene 900 nombres; aunque hay al menos 1.000 más, aún secretos. Incluye 30 generales, 38 miembros del parlamento, cuatro ministros, anteriores primeros ministros, jefes del espionaje, editores de prensa, ejecutivos de TV, hombres de negocio, banqueros, 19 jueces,
y 58 profesores universitarios.
Silvio Berlusconi, Empresario televisivo, Caballero de la Orden del Mérito al Trabajo desde
1977, imputado en el proceso judicial Manos Limpias (Italia), fundador del partido Forza
Italia, Primer Ministro del Gobierno italiano, es uno de sus integrantes.
Estos buenos muchachos han estado relacionados con el Vaticano, los bancos, la mafia, las
Logias Masónicas y sus respectivas vidas han sido para la novela.
Roberto Calvi fue presidente del Banco Ambrosiano, que se derrumbó en uno de los mayores escándalos políticos modernos de Italia.
Apodado el “Banquero de Dios” tuvo un final escenográfico. A las 7:30 de la mañana del
viernes 18 de junio de 1982, un cartero encontró su cuerpo colgado de un andamio debajo del
puente Blackfriars (significa Monjes Negros) en el borde del distrito financiero de
Londres. Los bolsillos de Calvi estaban rellenos de ladrillos, y llevaba alrededor de $
15,000 en efectivo en tres divisas diferentes.
Los ladrillos tienen que ver con la construcción. En francés, maçon significa albañil, el
que construye.
En julio de 1991, el pentito (un mafioso convertido informante) Francesco Marino Mannoia
Calvi en el puente Blackfriars de Londres
afirmó que Roberto Calvi había sido asesinado por haber perdido los fondos de la mafia
cuando se derrumbó el Banco Ambrosiano.
Paul Casimir Marcinkus fue un arzobispo estadounidense conocido por su polémica dirección
del Instituto para las Obras Religiosas, el IOR, más conocido como el Banco del Vaticano.
En 1964, se convirtió en el guardaespaldas del papa Pablo VI, lo que le valió el
sobrenombre de El Gorila. Marcinkus se hizo amigo
Marcinkus
del Padre Pasquale Macchi, secretario del
papa, por lo que Pablo VI lo nombró obispo y, posteriormente, lo puso al frente del Banco
del Vaticano, sin tener Marcinkus ninguna experiencia financiera.
Cuando el papa Pablo VI lo acababa de nombrar organizador de sus viajes, y secretario del
Pontificio Consejo de la Ciudad del Vaticano, el Banco de Italia y la magistratura de Roma
empezaron a observar con sospecha sus manejos financieros.
Su reputación fue dañada severamente por las acusaciones de Michele Sindona, que lo vinculaba al colapso en 1982 del Banco Ambrosiano. Fue Sindona, que era presidente de la Banca Privada y considerado próximo a los ambientes de la mafia, el que puso a las
autoridades sobre su pista, al quebrar su entidad y acusar al arzobispo Marcinkus y a
Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano y miembro de la logia masónica P2, de
haberse involucrado con él en diversas operaciones consideradas de alto riesgo que
precipitaron la quiebra en 1982 del Banco Ambrosiano, el mayor fraude de las instituciones
financieras privadas en Italia.
El más asombroso (para mí) de estos buenos muchachos que estoy nombrando es Licio Gelli.
Si tenés unos años o te has puesto a leer un poco acerca de nuestra historia reciente,
recordarás su paso por nuestro país en la época en que López Rega, el Brujo, lo trajo para
que Juan Domingo lo condecorara, aunque Perón ya lo conocía.
Licio Gelli es un agente italiano de la logia masónica Propaganda Due, implicado en el
escándalo del Banco Ambrosiano acontecido en 1982. Se lo conoce como "El hombre de las mil
caras", o "El titiritero siniestro".
Perón condecora a Gelli
Licio, que aún vive y tiene al día de hoy 95 añitos, es todo un personaje. Entre otras cosas (las que interesan a nuestro no defaulteado país) es quien llenó los pasillos del Ministerio de Economía de la primera presidencia de Perón con lingotes de oro del Tercer Reich).
Se abrazó con Mussolini y negoció con Franco.
Agente de la Italia fascista durante los años de la Segunda Guerra Mundial y de la CIA tras
ella, Gelli ha sido uno de los operadores anticomunistas más conspicuos de la Guerra Fría,
vinculado a distintos sectores del poder en Italia y en otros países, como Argentina.
Actualmente vive en Arezzo, Italia.
Inició a Perón en la Masonería. (http://www.perfil.com/politica/Licio-Gelli-cuenta-como-
inicio-a-Peron-en-la-masoneria-20080831-0019.html)
Y a modo de corolario no puedo soslayar a Julio Grondona, recientemente fallecido, entre
los individuos que no podemos dejar de contemplar con asombro por lo trascendente de su
actividad.
Conclusión:
Estos personajes han influido en los lugares que actuaron, pero de una manera excepcional.
Se destacaron en su medio más allá de que su aura no le guste a todo el mundo.
Internet permite que muchos de nosotros juguemos a ser cronistas. Muchos de nosotros
también nos creemos críticos. Y allí es donde cometemos los más gloriosos errores: al
criticar la vida, obra y milagros de los demás.
Glorificamos y execramos con el mismo énfasis. La Verdad sólo nos ha sido revelada a
nosotros y nuestro criterio es la clave que salvará a esta civilización del debacle.
Hay muchísimo más que lo que aquí resumí (y asesiné) de la memoria de estos personajes.
Creo que además los admiro. Cuando leía sobre Licio Gelli y veía la cantidad de situaciones
que signaron su vida, no pude evitar pensar que indudablemente me gustaría conocerlo.
Leo en Facebook a mis amigos y las críticas de muchos de ellos sobre Grondona y no puedo
evitar pensar que jamás tendrán estos críticos la más pequeña idea de las vicisitudes que
signaron su vida y su obra.
Espero que este pequeño y desordenado relato te incline a investigar un poco más sobre
todos estos Buenos Muchachos y si es posible que te lleven a plantearte que estamos
haciendo acá, aparte de mirar qué hacen los demás.
Buenas noches.
Roberto Calvi

jueves, 26 de junio de 2014

El Bilibirloque

Con un simple y mágico pase sacaba caramelos de las orejas.
El paseo en El Trencito (me refiero al de los años 60, 70 y creo que en los 80s) incluía un acto de magia en una de las paradas que realizaba al lado de La Montañita en el Parque de la Independencia.
Con un castellano que denunciaba su origen quizás napolitano, quizás siciliano: un tano para nosotros, describía los pases mágicos que hacía y siempre sorprendía con la cantidad de pelotitas que tenía entre los dedos. Decía que era una cuestión de velocidad en realizar el movimiento de abanico con la mano y que todo era una ilusión óptica. Cuando creíamos saber el truco, sacaba una pelotita más.
Y volvía a manejar El Trencito sin esperar los aplausos, con un cigarrillo siempre por la mitad entre sus labios.
Con esa simple clase de magia creí sorprender a la maestra de mi hermano en el Jardín nº 38 Magdalena Güemes. La maestra hacía los movimientos de abanico con la mano  y pensé que conocía el truco. El mutismo de la clase y la aparición de otra pelotita me enseñaron el valor de los silencios.
Tiempo después creí que la cuestión de la magia residía en las varitas, mágicas por supuesto, en lugar de creer en las habilidades de los magos, simples intermediarios del acto.
Ahora que soy grande y serio, puedo reconocer que la verdadera gestión de cada proceso mágico, está indudablemente alojado en El Sombrero de Copa. En la Galera.
De allí salen los conejos y también las palomas. Allí se encuentran los kilómetros de cintas de colores y desaparecen los naipes y los guantes.
En el interior del Sombrero de Copa entra TODO. Está TODO.
Por supuesto que no me engaño fácilmente y aunque algunos magos han reemplazado este objeto por otros elementos como cajas, bolsas o agujeros varios, no han hecho otra cosa que disfrazar al Sombrero de Copa, verdadero depositario de toda la magia.
Yo soy mi Sombrero de Copa, mi Galera. En mí reside toda la magia que necesito para que este gran truco que estoy viviendo sea cada día más asombroso.
Y de esta magia que vivo cotidianamente y casi sin darme cuenta, de mi sombrero han ido saliendo chiquitos y de esos chiquitos otros más, por mencionar mi truco más logrado.
A veces he hecho cosas insignificantes que luego se transformaron en cosas asombrosas.
Muchos trucos me fallaron, pero creo que después aprendí de ellos.
Algunos directamente no los volvería a hacer.
Pero la función es continua y debo seguir intentando los pases de Bilibirloque.
Reconozco que he tenido mucha suerte con el público que me ha tocado.
Aprovechando su atención los invito a escuchar un tema que compuse en los descansos de las funciones. Por supuesto que se llama El Sombrero de Copa.
Lo podés escuchar y bajar para cuando sea famoso, desde acá:

Gracias, los espero nuevamente por aquí en la próxima función.

jueves, 27 de febrero de 2014

Giuditta

Giuditta vivía en el Trastevere desde siempre. Tenía una vida miserable desde antes de nacer allá por 1580, en Roma.
Ser prostituta era su destino, inevitable y trágico. Grotesca caricatura del amor, como lo seguirá siendo para muchas mujeres mientras exista la humanidad.
Giuditta encontró su cliente y su muerte en una oscura noche a orillas del Tíber, que la envolvió quizás como la única caricia sincera que recibió en su vida.
Y tal vez allí terminaría su oscura existencia y su destino sería perderse en las sombras del tiempo como las de los seres borrosos del olvido. Nadie la quiso, ni siquiera el río del que la sacaron.-

Recorriendo el Louvre, encuentro un cuadro de Caravaggio terminado en 1606 “Morte della Vergine”. El centro de atención está en el cuerpo de la Virgen. No es de esas pinturas con ascensiones, rodeadas de angelitos o luces celestiales iluminando su trascendencia, sino como el cuerpo de una mujer, joven, como la idea de la Iglesia inmortal. El ambiente es sombrío, de colores apagados a excepción de una cortina roja y también rojo el vestido de la Virgen. La escena representa a personajes de pueblo, gente común en una escena triste sin ser plañidera. Transmite un dolor sereno. El cuerpo de pies hinchados, como su vientre, muestran la escena de la muerte, no de la asunción. Es totalmente terrenal.
El único atributo de santidad es el halo. Por lo demás es una muestra de realismo pictórico propio de la contrarreforma.
La pintura había sido encargada para la Iglesia carmelita de Santa María della Scala, en Roma, pero unos monjes escandalizados la hicieron retirar de su destino.
El motivo del rechazo era el modelo elegido por Caravaggio para representar a la Virgen: el cuerpo de Giuditta, la prostituta sacada del río Tiber.
Este cuadro y su historia me hicieron pensar en el objetivo de nuestra existencia. En el destino de las personas, en lo pequeño y lo grande del motivo de porqué estamos aquí y cómo trascenderemos.-

Como advertirás, esta historia está parcialmente novelizada, pero me gustó el asombro de descubrir que aunque no nos propongamos un objetivo, la vida puede transformarnos y hacernos perdurar en espacios inimaginados.
Para ilustrar musicalmente esta historia, elegí una canción de mi amigo Marcelo Iglesias, quien me permitió hacerle algunos arreglos. Su guitarra es la que suena y es un privilegio haberme acoplado a su trabajo.

La canción se llama Giro Mágico y de alguna manera me representa el objetivo de la vida y muerte de Giuditta. Podés escucharlo haciendo click en este lugar:

domingo, 23 de febrero de 2014

S.O.S.

Siempre ha sido una cuestión de perspectivas.  Quizás la mía tenga sus distorsiones, tal como Descartes me lo mostró en mi adolescencia. Recuerdo la impresión que me produjo advertir que nuestros sentidos pueden engañarnos: "cogito ergo sum"
Mis sentidos se rebelan ante los precios que cambian día a día. Me enervo ante el relato de un pariente o amigo que sufre un delito. Me duelen los piquetes de 3 personas.
Pienso en aquellos que sufren lo que yo pero más profundamente. Los que carecen de comida, de los elementos mínimos para sobrevivir. En los que la violencia cotidiana los envuelve mucho más. Los que aún habiendo contribuido con su aporte a la sociedad no tienen respuesta a su reclamo. Y los llaman facistas, terroristas.
Y me revuelve profundamente, me insulta el escuchar los argumentos de los responsables de que esto funciones como debe: la culpa es de otro. O mía si pienso distinto.
Y cuando los reclamos se tornan violentos, aparece entonces  el otro motivo para lo que atormenta: el Golpe.


Y como le sucedió a Descartes, encuentro más dudas que certezas en las explicaciones. Y más todavía al cotejar los resultados.
Evidentemente no se pueden considerar eficaces a gestiones que lleva 10 o 15 años de aplicación y cuyos resultados son cada día una muestra de fracaso. Tendremos que analizar si lo que hasta ahora tomamos como conocimiento verdadero, son realmente merecedores de considerarlos así.
El 6 de octubre de 2012 escribí sobre los rumores de golpe que se mencionaban con relación al acuartelamiento de Gendarmería por una cuestión de sueldos (http://juan-chia.blogspot.com.ar/2012/10/golpean-apago-el-televisor-asi-de-golpe.html). Antes y después de esa fecha escuché hasta el cansancio la palabra golpe, seguida por distintos matices de origen: institucional, de mercado, blando.
Considero que he tenido más que una oportunidad para razonar acerca de la verdad de esta condición. Y llego a la conclusión de que es falsa. La claridad de la vigilia puede resultarme engañosa, pero la reiteración de un engaño será mi culpa si la doy por válida.
Escucho a Nicolás Maduro o a nuestra presidente reiterar conceptos que más que dañar, insultan mi percepción, mi conocimiento.
¿Se puede vivir permanentemente engañado? ¿Puede creer que estos dirigentes, obscenamente enriquecidos me convenzan de que si pienso distinto soy enemigo?
No dudo de mi experiencia. Ya expuse reiteradamente los resultados al análisis como para saber quién me engaña y dónde se encuentra el peligro que verdaderamente me acecha.
Es temprano y la mañana es fresca. Quisiera salir a pedalear por mi barrio, pero escucho las frenadas, las motos y los gritos trasnochados y me acobardo. Si mi ventana diera a la calle seguramente no podría abrirla sin encontrar una reja. ¿Qué parte de todo lo que se me priva no es responsabilidad del estado?


Si esto lo comparo con Venezuela, lo que parece ser nuestro destino por elección del gobierno no la mía, es todavía insignificante.
Creo que es un deber rebelarse contra la ineficacia y el engaño. Debemos exigir que quienes tienen la responsabilidad de garantizar comida, salud, conocimiento y seguridad cumplan su parte.  Insistirán con que todo un segmento social ha mejorado y que entonces, gracias a la gestión actual, tienen acceso a otro nivel de vida. No es cierto.
El nivel de violencia que hay en esos sectores de la población sumado a la ayuda gratuita sin tener que ofrecer una prestación a la sociedad, han producido ya varias generaciones de violentos exigentes. Esto no es un error, es un efecto precisamente calculado y buscado para perpetuar una condición de dependencia. Son dictaduras.
Estas dictaduras necesitan de un coro, de uniformes, de aplausos. De cámaras, de medios que difundan sin distorsiones un discurso reiterado tal como George Orwell los retrató en “1984”.
En el triste caso de Venezuela, no puedo dejar de escuchar las dos versiones de lo que pasa y no dudo en sentir quién es el que engaña y tergiversa.
Recuerdo durante la Guerra de Malvinas, estando en casa de unos amigos con parientes en el extranjero, una comunicación telefónica nos puso al tanto de lo terrible de la situación de nuestro ejército, el mismo del nosotros decíamos “vamos ganado, seguimos ganando.”
Maduro saca a NTN24 (http://www.ntn24.com/envivo) a CNN o a Capriles (http://caprilestv.ning.com/)
Quejarse es ser facista.
Es golpista exigir un mejor futuro.
Leopoldo López es un preso político.
Los estudiantes son presos políticos.
En Venezuela la censura es mucho más intensa que los intentos de Sabatella en nuestro país. Incluso lo intentó con Internet.
Y la represión violenta en Venezuela encuentra el aval de nuestra presidente. No me incluya.
Cuando escucho a Nicolás hablar y destilar odio, me sobrecoge al pensar qué sentirán los que desde las carencias y el sufrimiento lo están escuchando. Manda tanques y paracaidistas adonde se necesita comida.
Realmente la tolerancia al sufrimiento y el aguante ante una situación que día a día se deteriora en Venezuela, es admirable. La reacción ante la mentira y las fuerzas paramilitares es notablemente calma.
Lo que debiera un gobierno responsable es mitigar las condiciones de carencia. Pero sé que es inútil. Nicolás es un error en la historia. Y los errores deben corregirse.
Lo lamentable es que vamos por el mismo camino, sufrimos las mismas carencias y obtenemos los mismos discursos.
Los exiliados. Ese es otro fenómeno que indica el deterioro de la sociedad venezolana. Por supuesto que se van los mejores, los que no encuentran futuro en su país.
Los paramilitares. Grupos armados por el gobierno de Nicolás que sirven doblemente                                             para atemorizar y para que haya una condición violenta que aprovecha el gobierno para acentuar la división.
Aguantar 15 años un sistema que falla es realmente llamativo. Sin embargo está basado en la experiencia cubana: 50 años revolucionando.
Nuestro gobierno quiere aplicar las mismas medidas que le permitan perdurar.
Eso es todo lo que quieren: poder para perdurar.
Poder para dividir.
Nuestro deber es protestar ante esta situación. Esta situación debe cambiar antes de que sea tarde.
Vamos terceros en la fila.

Para la ocasión, quiero recordar un tema compuesto hace un par de años: Golpean, andá a ver.