domingo, 27 de noviembre de 2016

Camilo

Camilo Cienfuegos
Esta historia comenzó seguramente mucho antes de que Huber Matos Benítez tuviera que exiliarse en Costa Rica, desde donde encabezó parte de su lucha entre 1956 y 1959, contra la dictadura de Fulgencio Batista. Luchó en Sierra Maestra junto a Castro, aunque en sus posteriores discursos se manifestó frontalmente anticomunista.

El caso es que para julio de 1959, el Comandante Matos advierte en una carta dirigida a Castro sobre la inclinación marxista que estaba tomando la revolución Cubana. Le envió al presidente una extensa y enérgica carta en la que acusaba la penetración y control de todas las esferas de gobierno por parte de comunistas.
Eso le valió la acusación de “sedición” que le adjudicó el Presidente Castro.

Camilo Cienfuegos Gorriarán fue el encargado de detener a Huber Matos y llevarlo a la Habana para ser juzgado.
Huber Matos

Huber Matos 1959
Durante la ofensiva final contra la dictadura de Batista, Cienfuegos había dirigido la llamada «Columna Antonio Maceo», que fue la primera unidad de los insurgentes que abandonó el refugio de Sierra Maestra. En unión con Ernesto Guevara, libró la decisiva batalla para tomar Santa Clara (1958), tras la cual les quedó expedito el camino hacia La Habana, donde entraron triunfantes el 2 de enero de 1959.

Camilo, con su sombrero de ala ancha, era en ese entonces un joven bromista y cautivador de multitudes, que contaba con grandes simpatías entre la gente. Estas circunstancias no agradaban al Comandante supremo, que veía en muchas de estas actitudes, una competencia para el arraigo de su figuración personal.

Cienfuegos había participado de la sobrevalorada expedición del yate Granma junto a otras figuras de la revolución cubana y tenía todas las características para ensombrecer la figura de Castro.

Según la versión oficial, el comandante había viajado a Camagüey para arrestar al también comandante Huber Matos, a la sazón, jefe militar de la provincia. La carta de Matos hizo que éste fuese condenado a 20 años de prisión y que Camilo nunca llegara a la Habana.
Dice el periodista Pedro Corzo:
“El 23 de octubre de 1959, comparece el comandante Camilo Cienfuegos en el Canal 11 de la televisión de Camagüey para informar sobre el arresto del comandante Huber Matos.

La conferencia de prensa fue conducida por el periodista y publicista Cebrián de Quesada, con la participación de los también periodistas Frank Prendes, Juan Abel Adán y Manolo de la Torre.
A) Que Huber Matos estaba conspirando, pero que como prueba solo presentó unas fotos de la revista “Cuba Nueva” del regimiento de Camagüey, en la que aparecían unos niños en condición famélica.
B) Que Matos había sido escoltado hasta La Habana para ser juzgado por Fidel y Raúl Castro.
C) Que entre los hombres más valiosos de la Revolución se encontraban los comunistas, restándole importancia a las acusaciones de Matos de que el proceso estaba bajo influencia marxista.
D) Calificó de prensa amarilla y como enemigo del Pueblo a los medios que estaban denunciando los fusilamientos, defendió las ejecuciones y negó que se estuvieran fusilando a personas inocentes. 
Por otra parte, estudiosos de la desaparición de Cienfuegos y defensores de la hipótesis de que el alto oficial fue asesinado, afirman que los agentes de la Seguridad del Estado que dirigía Osvaldo Sánchez, tenebroso dirigente de las fuerzas de choque del Partido Socialista Popular, primer jefe G-2, y que curiosamente también pereció en un “accidente” aéreo, vigilaban estrechamente al Comandante. Según estos individuos la Seguridad del Estado llegó a la convicción de que Cienfuegos no creyó la trama urdida alrededor de Matos, y que entonces, por temor a que descubriese el complot, los hermanos Castro ordenaron su muerte.
Afirma de Quesada que Cienfuegos ante las diferentes preguntas declaró:
El comandante Camilo Cienfuegos partió del aeropuerto de Camagüey aproximadamente a las 6 p.m. del 28 de octubre de 1959 llevando como compañía al soldado Félix Rodríguez y como piloto a Luciano Fariñas Rodríguez, quien tenía en ese entonces más de 2,000 horas de vuelo, y una vasta experiencia tripulando el modelo de avión que les transportaba. Según informaciones oficiales, el piloto Fariñas nunca informó la ruta y solo una vez se comunicó con la base para que el comandante Camilo Cienfuegos le impartiese instrucciones al capitán Méndez, quien quedaba al frente de la provincia.
El avión desapareció.
Debemos imaginarnos a una conducción política extremadamente paranoica, con cantidad de informes diarios de conspiración atentando contra la revolución. Por eso es difícil pensar que después de 24 horas de la partida del vuelo, la dirigencia no se hubiese percatado de la ausencia de una de las figuras más prominentes de su dirección, el que por otra parte volvía de sofocar un intento sedicioso.


Según varias versiones, un oficial de la Fuerza Aérea de Cuba encontró una cinta magnética en la que estaban registrados los datos del despegue de la avioneta de dos motores Cessna 310, en la que viajaba Camilo Cienfuegos, pero que también en la cinta estaba grabada la información de que cuatro minutos después de decolar el Cessna 310, número 53, despegó un caza británico tipo Sea Fury, al mando del piloto personal de Raúl Castro con su cañón de 20mm. desenfundado.
El gobierno informó posteriormente, que la desaparición de la avioneta se debió al mal tiempo entre Camagüey y Matanzas, aunque los partes meteorológicos para ese día, indicaban que el tiempo estuvo moderadamente normal en esa zona.
El comandante Ernesto Guevara avistó en Cayo Anguila, los restos de un avión que parecía tener la línea del Cessna en que viajaba Camilo. Aunque más tarde se comprobó que se trató de un error.

Un ex secretario de Castro, Juan Orta, cuando estaba exiliado en la embajada de México junto al poeta Iván Pórtela, le dijo: “yo estoy plenamente convencido de que el avión de Camilo fue derribado por ordenes de Fidel Castro”. Orta que estuvo tres años asilado en la embajada de México, continuó diciendo a Pórtela, “que estaba reunido con Fidel cuando Raúl Castro y Ernesto Guevara le plantearon a Fidel: Camilo se opone a cambios estructurales en el ejército rebelde, a lo que Fidel respondió. El plan será llevado a cabo, cueste lo que cueste, ni cien Camilos podrán oponérsele”.
-El mecánico de avión que reportó que el caza británico traía una ametralladora completamente descargada murió ese mismo día porque un automóvil lo atropelló.
-El pescador que declaró que había visto que un avión caza atacaba una avioneta, fue conducido a La Habana para ampliar las investigaciones y no se supo más de él.
-El comandante Cristino Naranjo, amigo personal de Camilo y oficial de la Columna Invasora que este comandaba, que había iniciado una investigación por su cuenta, fue baleado a entrada del Campamento Libertad,(antigua Columbia) porque supuestamente no se había identificado.
-El ejecutor, el capitán Manuel Beatón, poco después se alzó en armas contra el Gobierno en la Sierra Maestra, capturado y sumariamente ejecutado. “
-Días más tarde, después de haber preparado un informe confidencial, el teniente Agustín Onidio Rumbaut murió en un “accidente de caza”.
Orta, en artículos que escribió mientras estaba en el exilio, afirmaba que la misma suerte habían corrido otras personas relacionadas con la desaparición-muerte de Cienfuegos.
Relata el periodista Pedro Corzo:
“-El piloto del Sea Fury que, supuestamente, despegó poco después que lo hiciese la avioneta de Cienfuegos, desapareció.
No obstante, continúa Orta su relato, un miembro del tribunal, el teniente Agustín Onidio Rumbaut logró entrevistarse con el detenido y éste le confesó que Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto Guevara, el también comandante Félix Torres y el informador Jorge Enrique Mendoza, eran los responsables directos de la muerte de Cienfuegos.
Si bien Cienfuegos estaba molesto con la penetración comunista en el gobierno, confesaba ser extremadamente fiel al líder de la revolución.
Fulgencio Batista
Huber Matos relata que una ocasión le entregó a Cienfuegos un escrito pro marxista, que había estado incluida en la revista “Verde Olivo” y que Camilo se molestó y responsabilizó a Guevara y a Raúl Castro por la publicación.
Raúl Castro
Cuenta Huber Matos que Raúl Castro sentía una gran aversión hacia Camilo Cienfuegos por la popularidad que este tenía y que Fidel Castro temía que Cienfuegos pudiera provocar una crisis de grandes proporciones, no solo dentro de la estructura del poder revolucionario sino también en la población. Cuenta que Cienfuegos criticó la manera en que Castro dirigió su caso lo que puso en alerta al gobernante sobre posibles futuros problemas con un individuo que le había sido hasta ese momento incondicional.

Continúa Matos, exponiendo que Castro envió a Cienfuegos para que le arrestase en su despacho en el regimiento “Ignacio Agramonte” con la intención de que se originase un tiroteo en el que el famoso Comandante fuese muerto y así salir de los dos de una vez por todas. Pero Matos tuvo la precaución de ordenar a sus oficiales que las tropas no disparasen cuando le fueran a detener, lo que frustró el supuesto plan.
El Doctor Orta (el que estaba en la embajada Mexicana) afirma “que desde la torre de control aéreo de Camagüey le indicaron a Cienfuegos que el comandante Félix Torres estaba perdido sobre el mar al sur de la ciudad de Trinidad, Las Villas, y que era necesario participara en su búsqueda”. Esto, según Orta, propició que un avión Sea Fury derribase el Cessna de Cienfuegos.
Como fuera, la figura de Camilo Cienfuegos, al igual que la de Ernesto Guevara, ilustra el andamio mitológico de la Revolución Cubana. Revolución que por su duración de casi medio siglo se ha transformado en la dictadura más prolongada del hemisferio.
Parte de esta historia me fue relatada por exiliados cubanos en Madrid, aunque éstos ponían más énfasis en la influencia de Guevara en la resolución de esta desaparición, así como en la de varios opositores al régimen.
Convengamos que tampoco fue muy ventajoso para Guevara tener un aura que de alguna manera opacaba al comandante supremo.

Pera esa es otra historia.